La transformación del Liceo Bicentenario Centenario a través de Fortalece TP

En esta entrevista, Pablo Inostroza, director del Liceo Bicentenario de Excelencia Técnico Profesional Centenario, comparte su experiencia tras participar en el programa Fortalece TP del CILED e INACAP. Durante el periodo de abril a noviembre de 2023, el equipo directivo buscó potenciar su gestión estratégica a través de esta iniciativa. Inostroza detalla las motivaciones para unirse al programa, resalta los aprendizajes clave y destaca la efectividad de la metodología aprendida para abordar problemas en profundidad y su impacto positivo en el equipo.

¿Qué los motivó a postular a este programa de acompañamiento?

En el año 2022, concluimos un ciclo de 8 años de acompañamiento con una Fundación especializada en la observación de aula. Para el 2023, consideramos crucial continuar fortaleciendo nuestro equipo de gestión, pero esta vez, desde una nueva perspectiva, lo cual nos llevó a la decisión de participar en Fortalece TP, con el respaldo del CILED.

¿Cuáles fueron los aspectos más destacados de esta experiencia para ustedes?

Inicialmente, abordamos la revisión de documentos fundamentales como el Marco para la Buena Dirección, el Marco para la Buena Enseñanza y los Estándares Indicativos de Desempeño, entre otros. Estos documentos sirvieron como guía y destacaron áreas específicas para fortalecer con nuestros profesores. Posteriormente, nos sumergimos en el trabajo con el Modelo Canvas como herramienta para la gestión estratégica, identificando rápidamente dos desafíos prioritarios para nuestra institución: la asistencia a clases y los sellos que deseamos potenciar en nuesta comunidad educativa. Lorena Cuevas, nuestra asesora del CILED-INACAP, desempeñó un papel fundamental al guiar de manera altamente efectiva todo este proceso.

¿Cuáles han sido los cambios más notables en su equipo después de participar en esta formación?

Considero que la metodología que aprendimos y aplicamos con el equipo es una forma efectiva de abordar problemas en profundidad. Después del acompañamiento, esta capacidad se ha arraigado en nuestro equipo, permitiéndonos sostener diálogos enriquecedores y encontrar consensos en aspectos clave para fortalecer la mejora institucional.

¿Recomendaría esta experiencia a otros establecimientos escolares?

Sí, definitivamente. Contar con herramientas para gestionar de manera más efectiva y comprender a fondo los instrumentos ministeriales es fundamental. Además, el valor añadido del acompañamiento es poder abordar estos desafíos con el equipo cercano, y para nosotros, fue un paso significativo en nuestro proceso de desarrollo institucional.

Mario Orellana por su experiencia en Fortalece TP: “El cambio cultural en el colegio ha sido potente”

Durante abril y noviembre de 2023, el equipo directivo del Colegio Polivalente Presidente José Manuel Balmaceda llevó a cabo al programa de acompañamiento Fortalece TP del CILED y Chile Dual, con el objetivo de robustecer su estrategia de alternancia con el sector productivo. Mario Orellana, su director, nos cuenta en esta entrevista cómo ha impactado este programa en la cultura escolar y los procesos de enseñanza y aprendizaje de sus estudiantes: “El efecto que provocó este cambio cultural es tal que hay más estudiantes motivados a entrar a la modalidad técnico profesional”.

¿Por qué decidieron postular a este programa de acompañamiento?

Nosotros como establecimiento educacional hace ya varios años estamos en pos de subirnos a la alternancia y hemos tenido varios acercamientos aislados. Nuestra idea de postular Fortalece TP era dejar la alternancia instaurada en el establecimiento, que sea una política de trabajo definida, con una estrategia educativa de largo plazo para el colegio. Cuando nos juntamos con Chile Dual su primera propuesta fue aprender, conocer, organizar, planificar y, finalmente, monitorear lo que íbamos ejecutando. Lo que nos hizo mucho sentido.

Por otro lado, adicional a Fortalece TP, todos los miembros del equipo directivo postulamos al diplomado Innovación en Liderazgo Educativo. Esto nos unió, porque todos empezamos a manejar un lenguaje distinto, a tener una mirada diferente, a entablar conversaciones de otro nivel en relación a la alternancia. Este diplomado como tal fue mucho más que solamente aprender: nos permitió trabajar como equipo y cambiar la cultura del establecimiento.

¿Qué es lo que más rescatan de esta experiencia?

La experiencia en ambos programas nos sirvió para formalizar lo que nosotros ya de alguna manera realizábamos de manera aislada, desorganizada. Logramos que sea una estrategia apoyada por el Plan de Mejoramiento Educativo (PME) y organizada para que sea difundida a nivel de colegio. Comenzamos a reconocer las salidas pedagógicas, las charlas, las visitas, las prácticas y las pasantías como un global llamado alternancia, organizándola según niveles de aprendizaje.

Ahora tenemos el interés de implementar la enseñanza dual y para ello era muy necesario que el equipo directivo se capacite para tener todos la misma base y aplicarla de diferentes formas, pero con el mismo objetivo.

Uno de los hitos que han logrado posterior a este proceso formativo, fue la implementación de un Consejo Asesor Empresarial (CAE), ¿cómo lo impulsaron?

Para esto fue fundamental contar con una estrategia global en el colegio, para enfocar las fuerzas. Actualmente tenemos un equipo de alternancia que nos permite empujar estas iniciativas de manera estratégica.

Antes, para articular prácticas profesionales, les pedíamos el favor a la empresa. Actualmente, les exigimos que, si participan del CAE, tienen que participar de todas las modalidades de alternancia. O sea, tienen que venir a hacerles una charla a los chiquillos, nosotros tenemos que ir a visitar su empresa, tienen que darme unos cupos de pasantías para los estudiantes. En definitiva, tienen que hacerse socios.

Ya se subieron varias grandes empresas del sector, por lo que tenemos altas expectativas.

¿Cuáles son los principales cambios que notas en tu equipo después de haber pasado por esta formación?

Bueno, hay tres cambios que uno puede identificar: primero, es indudable que hay más conocimiento en el equipo, que compartimos un vocabulario común y un convencimiento de lo que se está haciendo.  Luego, que esta estrategia de alternancia es conocida por todo el colegio, desde la educadora de párvulos hasta el equipo directivo. Esto es muy importante porque propicia el trabajo colaborativo.

Otro cambio importantísimo es el efecto que esto logró en los estudiantes. Ahora están mucho más motivados e involucrados en su aprendizaje. La experiencia de las pasantías fueron fantásticas, algunos estudiantes hasta lloraban cuando la terminaron y  hoy en día muchos de ellos tienen su práctica asegurada. El efecto que provocó este cambio cultural es tal que hay más estudiantes motivados a entrar a la modalidad técnico profesional, porque ven a sus compañeros, sus experiencias y quieren vivir lo mismo. Los profesores notan esa esa diferencia en los alumnos y también en los apoderados, que están más interesados e involucrados en el proceso de aprendizaje de sus hijos.

¿Le recomendarías esta instancia a otro establecimiento escolar? 

Totalmente. Creo que estas son tremendas instancias que no se deben perder. La educación es continua y cuando hay un referente de muy alto nivel como es el CILED,  te permite avanzar y mejorar. La experiencia de verdad ha sido muy buena y el cambio cultural en colegio ha sido potente.

  • Todos aquellos equipos directivos que quieran mejorar su articulación con el sector productivo o educación superior, pueden postular a Fortalece TP hasta fines de diciembre acá.

Alejandra Moreno: “Desarrollar recursos educativos diversos, multiformato, atractivos y con foco en la práctica ha sido nuestra apuesta para apoyar el rol de los líderes escolares TP”

Con más de 150 recursos educativos enfocados en el desarrollo profesional continuo de sostenedores, directivos y docentes de Educación Media Técnico Profesional (EMTP), el CILED se ha posicionado en una materia inexistente en nuestro país: el liderazgo escolar en EMTP. En esta entrevista la directora de Recursos Educativos del Centro, Alejandra Moreno, cuenta sobre los recursos que más han tenido impacto, a qué necesidades responden y los próximos proyectos en los que están trabajando.  

¿En qué consiste la línea de Recursos Educativos del CILED?

La línea de recursos es una línea transversal del Centro y lo que se hace es ver de qué maneras aprovechamos toda la generación de contenido y de conocimientos que se hace en el CILED, para traducir eso en distintos tipos de recursos educativos que puedan llevar todo este contenido a nuestro público. Eso, en concreto, significa que vamos generando distintos tipos de recursos en diversos formatos, para que este llegue de una manera que sea accesible, útil, atractiva y práctica.  

¿A qué necesidades de los líderes educativos responde este material?

Desde lo más macro, hay una gran necesidad del sistema educativo en general de contar con investigación específica en EMTP, que tiene desafíos muy particulares a esta modalidad educativa. En lo relacionado a liderazgo, por ejemplo, en Chile hay mucho conocimiento y recursos sobre esta temática, pero poco de ese conocimiento está contextualizado a la realidad de los líderes TP. De ahí surge la necesidad de contar con conocimiento riguroso y respaldado en evidencia sobre aquellas prácticas de liderazgo escolar que mejor funcionan en contextos TP. 

También, parte de lo que de lo que hacemos es ir identificando necesidades emergentes que pueden ir respondiendo a desafíos particulares. Por ejemplo, cuando terminó la pandemia y se volvió a la presencialidad, una fuerte necesidad de las comunidades educativas ha tenido que ver con cómo abordar las necesidades socio afectivas, por lo que incorporamos esta temática con mucha más fuerza.  

¿De qué manera han ido identificando esas necesidades?

Hay distintas formas. Por un lado, desde que partió el CILED se consideraron las necesidades de los profesionales de EMTP, muy basados en la evidencia y en el conocimiento experto de nuestras instituciones en alianza como INACAP o Fundación Chile Dual, lo cual fue nuestro “diagnóstico” inicial.  

Después, una segunda forma de identificar estas necesidades ha sido a través de nuestros espacios de formación. Por ejemplo, este año estamos formando a más de 300 líderes escolares en nuestros 3 diplomados y estamos acompañando a 55 establecimientos escolares TP a través de nuestros programas de Fortalece TP. Esto nos permite conocer muy de cerca las necesidades y desafíos que se viven en las comunidades educativas, lo cual se va considerando como insumo para la línea de recursos.  

Por último, generamos mesas de trabajo y encuestas donde se identifican necesidades formativas y estamos constantemente mirando los datos de nuestro sitio web y redes sociales para entender y analizar el impacto e interés que despiertan los distintos recursos que ya hemos publicado. 

¿Cuáles son los principales formatos y temáticas de los 150 recursos educativos del Centro?

Uno de los sellos que desde el principio tratamos de darle a la línea de recursos, fue pensar en estos como recursos ‘multiformato’. Esto implica que existan una diversidad de recursos como libros, documentos y fichas; manuales y herramientas de carácter práctico; material audiovisual como seminarios, videos breves; infografías, entre otros. Esto lo hemos hecho muy intencionadamente, pensando, además, en recursos que sean de un alto estándar en términos didácticos y en su calidad gráfica y audiovisual, para que así sean más accesibles, atractivos y atiendan a distintas preferencias.  

Estos recursos los hemos pensado, también, para que funcionen a través de distintos canales de forma versátil y así puedan ser usados de forma autónoma por nuestro público. También, los vamos vinculando con nuestros principales programas de formación.

Además, están organizados en relación a las grandes temáticas que trabajamos en el CILED: desarrollo profesional, innovación, política pública y articulación. Pero siempre dentro de cada uno de esos temas vamos haciendo suma en temáticas más específicas.  

¿Cuáles han sido los recursos que han generado mayor interés? 

El recurso que más ha generado interés y visitas es el Marco para la Buena Dirección y Liderazgo en EMTP, respondiendo a esa necesidad que mencionaba para nuestro público de contar con conocimiento riguroso, basado en evidencia y específico para esta modalidad educativa.  En este se describen las principales dimensiones para el liderazgo escolar en EMTP, dando además una bajada muy práctica para poder aplicarlas.

En este sentido, hemos visto que todo lo que sean herramientas prácticas genera muchísimo interés, porque les permite a los líderes escolares mejorar procesos. Hemos desarrollado distintos recursos de este tipo: herramientas para mejorar los instrumentos de gestión con un foco en lo técnico profesional: PME, PEI y Planes Locales; como también, por ejemplo, el manual de Design Thinking, el cual les presenta una metodología para impulsar la innovación en las escuelas a través de una propuesta nueva, pero con una bajada que es súper práctica. 

La nueva página de recursos fue recién adaptada, apostando por una mejor experiencia usuaria… ¿Cuáles son los principales cambios? 

A medida que vamos teniendo cada vez más recursos, resultó sumamente importante facilitar las búsquedas, haciendo énfasis en los principales intereses de nuestro público y en los distintos temas que estamos instalando desde el CILED.  

Así, nos inspiramos en las principales tendencias web, como el uso de playlists. Por eso ahora nuestro público se va a encontrar con una forma muy amigable de presentar los cientos de recursos desarrollados: desde las diversas “series de recursos” que hemos realizado (como el proyecto de “Buenas prácticas de liderazgo escolar” o “Cracks TP”), hasta las nuevas playlists, donde encontrarán una curatoría de los mejores recursos vinculados a temas o necesidades específicas (por ejemplo “articulación con el sector productivo”, “inclusión en EMTP”, entre otros. 

Por último, ¿cuáles son los próximos proyectos en los que se está trabajando?

En términos de continuidad, estamos pensando en las segundas y terceras versiones de proyectos que ya han tenido una muy buena acogida. Entonces, por ejemplo, estamos desarrollando una segunda versión del proyecto “Nunca dejes de aprender” el cual consiste en una serie de fichas y videos sobre temas estratégicos para el liderazgo escolar TP. También estamos desarrollando la segunda versión del proyecto de Buenas Prácticas en EMTP y estamos prontos a lanzar el libro de CracksTP en versión digital e impresa.  

Por otro lado, estamos iniciando un nuevo tipo de herramientas donde, en base a diversos desafíos que viven los líderes escolares, rescataremos estrategias y recomendaciones de directivos y expertos que desde el terreno han logrado abordar dichas problemáticas con buenos resultados.  

Entonces, por un lado, tenemos como foco darle continuidad a proyectos que han sido exitosos, pero también intencionar la realización de recursos que sabemos que son los que más apoyan la labor de nuestro público objetivo, como las herramientas, a partir de contenido muy basado en la experiencia de las comunidades escolares TP.

Mauricio Bravo: “Queremos consolidar un grupo académico de investigadores expertos en educación técnica”

En esta entrevista, el director de Evaluación y Políticas Públicas del CILED, Mauricio Bravo, cuenta los principales alcances del Centro en relación al desarrollo de investigación y políticas públicas en Educación Media Técnico Profesional (EMTP). Luego de tres años en esta labor, argumenta que las políticas públicas en educación no han considerado las particularidades de esta modalidad educativa y es una necesidad que están cubriendo y de la que esperan ser un referente internacional. También, describe ciertos nudos críticos en EMTP los cuales están investigando para, desde los datos, aportar en su desarrollo.  

  • ¿En qué consiste el trabajo de la línea de evaluación y políticas públicas del CILED?  

Nosotros levantamos evidencia sobre temáticas de interés en EMTP que nos permita tomar decisiones a nivel de nuestra gestión como Centro y con un impacto a nivel de políticas públicas.  

  • ¿Cuáles han sido sus proyectos más emblemáticos?  

Estamos realizando una evaluación de impacto de la formación que nosotros realizamos en el CILED; aplicando instrumentos para levantar una línea base que nos permita evaluar el liderazgo del directivo antes y después de nuestra formación. También aplicamos otros instrumentos para estudiantes de terceros y cuartos medios para conocer sus percepciones sobre las prácticas de los equipos directivos en la articulación con la educación superior y el sector productivo. Lo que buscamos con esto es entender cómo impacta la formación de líderes educativos en las trayectorias educativo-laborales de los estudiantes. 

Otro proyecto súper interesante que estamos a punto de lanzar es un observatorio de datos georreferenciado, que entrega a los directivos de EMTP información de sus territorios relacionada a distintas variables como pequeñas, medianas y grandes empresas; cantidad de servicios públicos -comisarías, consultorios, etc.-; índices educativos como asistencia, deserción, aprobación, SIMCE; entre otros. La idea es que estos datos les permitan a los líderes educativos TP tomar decisiones a nivel de gestión como articulación de prácticas profesionales, oferta de especialidades en coherencia con las demandas de su localidad, entre otros.  

  • ¿Cuál es tu valoración sobre políticas públicas e investigación en educación EMTP en Chile? 

Una de las cosas que detectamos cuando postulamos como Centro de Liderazgo es que existe poca evidencia y antecedentes que nos permitan tomar decisiones en EMTP.  También, que los dispositivos a nivel de política pública toman, generalmente, la educación científico humanista como estándar, sin un foco en esta modalidad educativa.  

En este sentido, desde el CILED hemos trabajado en potenciar esta área: nos hemos adjudicado dos Fondecyt, en uno de ellos –en conjunto con la Universidad de Tarapacá- estamos investigando temas de inclusión en EMTP en la zona fronteriza del Norte de Chile. En el otro –junto a la Universidad de Chile y la Universidad Católica Silva Henríquez- estamos viendo temas de desarrollo profesional docente en EMTP.  

Hemos publicado también dos papers indexados sobre liderazgo y formación docente y también hemos creado otros dispositivos más aplicados como el Marco para la Buena Dirección y Liderazgo en EMTP, así como instrumentos para que los equipos directivos de esta modalidad educativa puedan desarrollar sus herramientas de gestión como PEI, PME y Plan Local, teniendo en cuenta las particularidades y desafíos propios de la EMTP.  

Diría que, hasta antes del CILED, solo había un núcleo investigativo en temas de educación media técnico profesional. Ahora nosotros entramos a aportar y contribuir en esa línea.  

  • Luego de estos años investigando en EMTP, ¿cuáles dirías que son sus principales nudos críticos? 

Un tema bien interesante tiene que ver con la inclusión. Al ser una educación vocacional, más práctica, algunos estudiantes con necesidades educativas especiales puedan desarrollar ciertas habilidades con mayor profundidad. 

También, la EMTP tiene especialidades que son consideradas “masculinas” y otras “femeninas”. En ese sentido, estamos haciendo un esfuerzo en entregar evidencia de cómo incentivar que más estudiantes mujeres estudien carreras “masculinas”, que además tienen un mayor retorno privado.  

Otro tema -desde el punto de vista de la inclusión- son los migrantes y el cómo los incluimos y propiciamos su desarrollo escolar. En esta temática hemos ahondado en la frontera norte del país, donde existe una mayor concentración de migrantes y es una línea investigativa en la que hemos colaborado con la Universidad de Tarapacá, quienes son parte del CILED.  

También, un gran nudo crítico es cómo articulamos mejor a la EMTP con el sector productivo en torno a las especialidades que se dictan. Hemos detectado que en ocasiones siguen desarrollando especialidades que tienen baja empleabilidad y pertinencia en sus territorios.  Por otro lado, cómo también la articulamos mejor con la educación superior para propiciar trayectorias educativas lineales y que luego se puedan convalidar ciertos ramos de la EMTP en la educación superior.  

  • ¿Cuáles son los próximos proyectos en los que están trabajando?  

Estamos desarrollando una investigación relacionada a trayectorias educativas de estudiantes de EMTP. Inicialmente encontramos que los egresados de la EMTP en regiones y en zonas rurales tienen mayores probabilidades de continuar estudiando en la educación superior técnica. 

En esta línea, estamos en vías de seguir impulsando proyectos de impacto en esta modalidad educativa. Queremos consolidar un grupo académico de investigadores expertos en educación técnica y transformarnos en un referente nacional e internacional.   

Gonzalo Toledo: “Las instituciones de educación superior técnico profesional son quienes más han aportado a la movilidad social en el país” 

Gonzalo Toledo se desempeña como director de Relaciones Enseñanza Media de INACAP y lidera, desde hace más de 10 años, un camino vanguardista de articulación de la Educación Superior Técnico Profesional (ESTP) con la Educación Media Técnico Profesional (EMTP).  

En línea con el objetivo del CILED de fomentar el desarrollo de esta articulación, INACAP es parte del consorcio del Centro y, en el marco de esta alianza, encabezan dos iniciativas del CILED: Fortalece TP, un programa de acompañamiento a equipos directivos de establecimientos escolares técnico profesionales (TP) –el cual suma 80 equipos directivos acompañados-; y el Curso de Alternancia con la ESTP para profesionales de EMTP –con un total de 265 líderes formados-. 

En esta entrevista, Gonzalo Toledo abarca la importancia de la relación virtuosa entre la EMTP y la ESTP, las principales barreras a las que se han enfrentado para crecer en esta vinculación y su percepción sobre recientes estudios que hablan del desconocimiento de los estudiantes sobre oportunidades de financiamiento en la educación superior, el deseo que tienen de continuar estudios en una universidad y el aporte de la ESTP a la movilidad social del país. “Nosotros queremos que se valore, con datos duros, el aporte de la EMTP en Chile”.   

¿Por qué es relevante que los establecimientos TP se vinculen con la educación superior (ES)? 

Yo creo que todos los establecimientos TP ganan cuando se vinculan con ES, porque les aportamos una visión que para ellos es más difícil de acceder.  

Todas las instituciones de ES tenemos procesos de generación de programas de estudio asociados a las necesidades de la industria y es un activo muy importante para la EMTP, ya que en general no tienen acceso a esa calidad y sistematización de información. Todo lo referente al perfil del egresado, actualización del currículum… Eso es algo que nosotros trasmitimos de manera natural con los colegios que trabajamos.  

¿Qué organismos o instituciones han empujado esta vinculación?  

Acá voy a ser un poco autorreferente, pero en INACAP hace 10 años formalizamos una estructura para atender a los liceos TP del país.  Te podría decir que, de manera formal, nosotros abrimos un poco este camino. Posteriormente se han ido sumando otras instituciones y ojalá lo sigan haciendo otras, ese es nuestro llamado. Mientras más instituciones de ES estemos trabajando con los liceos TP, esta va a tener mejores resultados, sin duda.  

¿Cuáles son los programas que ofrece INACAP para fortalecer esta vinculación? 

Nuestros programas son gratuitos para las comunidades educativas y buscan atender de manera holística las necesidades de los colegios, las que determinamos a través de un levantamiento permanente de necesidades -tanto en los colegios, como también desde la información que recogemos en las pruebas de diagnóstico de nuestros estudiantes en primer año-.  

Con el CILED -a través del apoyo del Ministerio de Educación-, este es nuestro tercer año de trabajo, donde hemos impulsado dos programas: uno de acompañamiento a equipos directivos de establecimientos escolares TP –Fortalece TP– y el Curso de Alternancia online dirigido a profesionales de EMTP. Ha sido una tremenda experiencia y muy valorada por las comunidades educativas.

Por otro lado, nuestros programas -tanto para profesores como estudiantes- buscan abarcar diferentes áreas como orientación vocacional, reforzamiento para la ES y programas formativos para docentes. También, como parte del sello del estudiante de INACAP, queremos llevar a la EMTP el emprendimiento, y para ello tenemos un programa que capacita a profesores y a estudiantes estas metodologías.

Tenemos también una línea de evaluación de aprendizajes donde evaluamos los conocimientos que los estudiantes deben tener en tercero y cuarto medio y les entregamos la información al colegio, junto con sugerencias para abordarlo a nivel de gestión directiva.  

Por último, la oferta más robusta que tenemos es la posibilidad que tienen los egresados de más de 490 liceos de articular de manera directa con las carreras de INACAP, para que los estudiantes puedan convalidar asignaturas vistas durante la enseñanza media y así prescindir de un semestre de estudios superiores.  

¿Cuáles han sido las principales barreras que han encontrado para desarrollar esta vinculación? 

Hay una barrera que es insoslayable que tiene que ver con el desgano de algunos equipos directivos. Uno lamentablemente se encuentra con un equipo directivo que, al verlo, siente que hay desesperanza aprendida, que no tienen mucho interés por movilizar a su cuerpo docente. Esa barrera es súper difícil de sortear y lamentablemente, muchas veces fracasamos en las conversaciones con esos colegios.  

La otra barrera tiene que ver con que los colegios están sobre intervenidos, porque hay muchas instituciones que están trabajando en esto, además de los programas ministeriales, las redes de futuro técnico, entre otros. 

Luego vino la pandemia que cambió toda nuestra relación con los colegios, ya que hoy en día están más bien abocados en cumplir con el mandato inicial, que es formar a sus estudiantes.  

¿Cuál es tu percepción de los resultados del estudio de la Fundación Luksic que dice que más de un 70% de los estudiantes de educación media dice conocer poco o muy poco sobre las oportunidades de financiamiento en educación superior (ES)? 

La distancia entre la EMTP y la ES es el origen de esta realidad de que los estudiantes están mal informados. Nosotros vivimos día a día esta falta de información cuando conversamos con los colegios y los estudiantes. Para esto hay que entender el entorno en el cual se desarrolla la vida del estudiante, quienes por lo general no tienen un referente familiar en ES, sino que son la primera generación. Esto sumado a que los establecimientos escolares no hacen un esfuerzo significativo para solucionar este problema. Más bien, sobreviven con las pocas herramientas que tienen.  

Teniendo en cuenta esto, el rol de la institución de ES es clave, porque somos los responsables de llegar al colegio con información útil, tanto para el equipo directivo, como para los estudiantes.  

Por otro lado, un reciente estudio del CILED dice que la mayoría de los estudiantes TP quiere continuar sus estudios en una universidad, ¿es un dato que sorprende? 

Algo que está estudiado es que los estudiantes que siguen la misma ruta formativa desde la EMTP hacia la ES tienen mejores resultados. Nosotros hemos determinado que las trayectorias formativas protegen la retención en la educación superior.  

Es decir, si un estudiante que está en la especialidad de Mecánica en EMTP y estudia Mecánica en ES, tiene mejores resultados y avance curricular que todos los estudiantes de su cohorte.  

Entonces, estamos haciendo un esfuerzo en ampliar este deseo universitario de los estudiantes -que tiene variadas explicaciones- y enseñarles que este camino hacia la ESTP es súper válido, van a tener mejores resultados y van a lograr insertarse exitosamente en el mercado laboral, logrando la ansiada movilidad social.  

Respecto a ese tema, recientemente INACAP publicó un estudio sobre movilidad social y ESTP, ¿cuál es el hallazgo?  

Se determinó que las instituciones de ESTP son quienes más han aportado a la movilidad social en el país y que estos estudiantes, en su mayoría, egresaron de EMTP.  

Este dato es muy importante porque da cuenta del aporte de la educación técnica al desarrollo país, y lo hacemos formando profesionales que van a sumarse exitosamente a la fuerza laboral, es decir, la educación técnica cumple su promesa. Y también es uno de nuestros objetivos: nosotros queremos es que se valore, con datos duros, el aporte de la EMTP en Chile.  

Andrea Garrido: “La empresa y el liceo tienen que cambiar la lógica paternalista y empezar a mirarse como socios”

La directora de la Fundación Chile Dual, Andrea Garrido, nos cuenta los principales desafíos que han tenido que sobrellevar para instalar una vinculación entre las empresas y los establecimientos escolares técnico profesionales (TP) de Chile.  

Falta de políticas públicas, de liderazgo de los equipos directivos de empresas y liceos TP y el desconocimiento de cómo generar las condiciones para esta vinculación son, a su parecer, las principales barreras que no nos permiten avanzar hacia una articulación de estándares internacionales.  

Adicionalmente, los múltiples desafíos que enfrenta la educación TP en el país como la baja en la titulación de los estudiantes y el deseo de estos de continuar estudios superiores universitarios, exigen una revalorización de esta modalidad educativa y de los técnicos para el desarrollo del país.  

¿Cómo nace Chile Dual?  

La fundación nace al alero de la experiencia de una empresa del rubro automotriz, donde, en 2012, necesitaban contratar una gran cantidad de técnicos y no encontraban personas con las competencias que el mercado estaba demandando. La tecnología había cambiado y no así las competencias de los técnicos.  

Como solución la empresa decidió mirar la educación e involucrarse en la formación de futuros técnicos a través de un vínculo con un liceo técnico profesional de la comuna de Recoleta. En esto, se dieron cuenta de que los estudiantes aprendían muy rápido y, al egresar de cuarto medio, sí contaban con las habilidades requeridas.  

En ese minuto yo era parte de la compañía y los gerentes, entendiendo la potente transformación de los estudiantes, decidieron escalar el proyecto y crear una institución que permita instalar este proceso formativo con estándares de calidad. Y es así como nace Chile Dual a fines del 2015 y hemos estado en este desafío ya casi ocho años.  

¿Cuáles han sido las principales barreras para lograr instalar esta cultura de vinculación empresa-liceo? 

A nivel macro, no existen políticas públicas que incentiven esta relación. De hecho, se han hecho más cargo las empresas. Como vimos en el último encuentro ENADE, la CPC hizo un potente llamado a que las empresas se vinculen en educación a través del lanzamiento de su programa Cauce –del cual Chile Dual es parte-. Entonces, echo de menos un llamado así de parte del Ministerio de Educación, de Trabajo o de Economía.  

A nivel medio, existe una falta de visión de liderazgo. Necesitamos que los equipos directivos de establecimientos TP no vean el vínculo con la empresa como algo accesorio a su trabajo, sino como parte de este. Ese liderazgo también tiene que estar en los grandes directivos de las grandes, medianas y pequeñas empresas.  

Por último y ya más de cara a la implementación, existe un desconocimiento de las condiciones que tengo que generar para trabajar con una empresa –en el caso de un liceo y viceversa.  

A tu parecer, ¿cómo debería ser una política de Estado que incentive esta relación? 

Yo me imagino a un Ministerio de Educación que vea al sector productivo como un socio estratégico en educación técnico profesional. Esto va más allá de que el sector productivo me dé cupos de práctica para que los estudiantes puedan titularse.  

En relación a las prácticas, tanto las horas promedio de estudiantes en prácticas profesionales como la tasa de titulación de estos han bajado drásticamente, ¿por qué crees que ocurre esto? 

Es un problema multifactorial. Nosotros el año pasado, al alero de un proyecto con el Ministerio de Educación, levantamos más de 800 cupos de práctica en empresas, pero a la hora de ir a buscar liceos, nos dimos cuenta de que los estudiantes no querían hacer su práctica.  

Acá hay que hacer un análisis más allá de si la empresa da o no cupos. Yo creo que tenemos que reencantar al estudiante con el proceso de práctica profesional. Hoy sabemos que ellos, en su mayoría, quieren continuar estudios superiores, pero deben ser capaces de visualizar la práctica profesional más allá de un habilitante de título de Técnico de Nivel Medio: que entiendan la práctica profesional como un espacio de aprendizaje que está generando habilidades personales para mi desarrollo profesional y laboral futuro.   

¿Cómo puede apoyar el establecimiento escolar en este desafío? 

Nosotros muchas veces nos encontramos con establecimientos educacionales técnico profesionales que no tienen el sello TP tan marcado.  

Si tú, como liceo técnico estás fomentando la continuidad de estudios en el mundo universitario, me parece que algo no calza. Está bien que el estudiante tenga la libertad de elegir, pero para ello hay que mostrarle las múltiples trayectorias que podría escoger.  

Creo que estamos con el foco un poco desviado. Por un lado, está la revalorización del título técnico a nivel medio en el sector productivo, que este sea real. Por otro lado, que los liceos trabajen en este sello TP y que le muestren los caminos que podría tener si continúan estudiando en educación superior técnica, con buenos niveles de renta y empleabilidad.  

¿Y la empresa? 

Creo que la empresa tiene que entender que, en esta vinculación, no le está haciendo un favor al liceo. Tenemos que cambiar esa lógica paternalista y que los liceos y empresas empiecen a mirarse como socios, como aliados que quieren incidir en la trayectoria formativa de los jóvenes del país.  

La empresa tiene que ver al director(a) del establecimiento escolar como un socio que pueden alumbrarlos con nuevas ideas. Es muy importante que estos dos aliados puedan tomarse un café una vez al mes y vean todo lo que se pueden entregar mutuamente.  

Éxitos y desafíos: CILED alcanza una cobertura del 50% de establecimientos escolares TP

Ya en su tercer año de ejecución, el Centro de Innovación en Liderazgo Educativo –CILED-, ha logrado impactar, a través de sus programas de formación, a un 50% del total de establecimientos escolares técnico profesionales (TP) del país. Estos, centrados en el desarrollo de capacidades de liderazgo, con foco en la innovación, han sido adaptados y reformulados en base a las necesidades del público objetivo del Centro: sostenedores, miembros de equipos directivos y docentes de Educación Media Técnico Profesional (EMTP). 

Así mismo, escuchando la voz de estas comunidades educativas, el CILED ha presentado sugerencias para el desarrollo de políticas públicas que consideran las características y necesidades propias de la EMTP. En este sentido, actualmente trabajan en una propuesta para el desarrollo de un proyecto de ley de Carrera Directiva que incluya las trayectorias de los profesionales que lideran la EMTP. 

En esta entrevista, la directora del CILED, Soledad Ortúzar, nos cuenta  sobre estos logros y los principales desafíos y proyecciones del único Centro de Liderazgo del país enfocado en EMTP.

¿Qué significa para ustedes este alcance de cobertura?

Creo que es muy significativo para un Centro de Liderazgo Escolar -o cualquier iniciativa pública- haber logrado, a principios de nuestro tercer año de operación, una cobertura del 50% de la población objetivo. Creo que son pocas las políticas públicas que pueden contar historias así. 

Cabe destacar que esto no resultó de manera fortuita, sino que nuestras metas desde un principio fueron bien altas y nos organizamos y planificamos en base a esto. 

Además, un factor clave para este logro ha sido la recepción de parte del mundo de la EMTP a nuestra oferta de formación. En este sentido, la hemos ido actualizando y ajustando en base a sus necesidades, lo que ha permitido que sea bien valorada y atingente. 

¿Cuáles son los principales desafíos del CILED?

Nuestros principales desafíos se basan mucho también en nuestro quehacer, que es la articulación de la EMTP con la educación superior y el mundo del trabajo (…) hay una necesidad de relevar el rol clave que tienen los gremios y el sector productivo en el desarrollo de la EMTP.

Cuando hablamos de calidad en EMTP, hablamos de una educación que entrega oportunidades reales para los estudiantes, que genera que sea preferida por ellos. Nos gustaría que las buenas prácticas y la forma en que la educación TP otorga oportunidades, sea la norma en la educación media a lo largo del país y en eso hemos estado trabajando.

¿Cuál ha sido el principal aprendizaje del CILED durante estos años?

Entender el tipo de enseñanza-aprendizaje que ocurre en la EMTP. Nosotros, por ejemplo, tenemos una aproximación desde el Design Thinking, que es una metodología activa que se basa en la definición de problemas con un enfoque constructivista. Creo que mucho del éxito que hemos tenido es porque también hemos ido aprendiendo y perfeccionando nuestra oferta para el mundo TP y cómo nuestro enfoque para formar, para acompañar y para fortalecer los liderazgos, se relaciona también con esa mirada de la EMTP desde lo experiencial, lo que ha resultado en una sinergia muy potente.

Más allá de los desafíos propios del CILED ¿A qué se enfrenta hoy la educación TP?

Creo que hay un desafío de un rol más preponderante del sector productivo, en la búsqueda de una mejora continua de la EMTP. Este es un desafío importante que la empresa puede y debe asumir. Hoy existe una oportunidad de visibilizar el aporte de la educación técnica y de los técnicos al desarrollo del país y a sus propias oportunidades y proyectos de vida. Entonces, en este sentido, creo que también ha existido una falta de consistencia desde las políticas públicas en los últimos años (…) necesitamos una política pública que fomente y que potencie la educación técnica, ahí nos falta mucho por hacer y un compromiso que adquirir.

¿Cómo se proyecta el CILED?

Creo que, como país, tenemos una oportunidad de mover el horizonte y efectivamente, relevar el aporte de los técnicos al país y a sus trayectorias. Esto no es algo que nosotros descubrimos como Centro, sino que es algo sobre lo que hay evidencia a nivel internacional, sobre todo después de la pandemia. 

Se ha demostrado la relevancia y las oportunidades que otorga la educación técnica. Entonces, si hay algo que nos gustaría como Centro seguir potenciando y relevando, es ese valor de lo técnico.

Armando Rojas: “Tenemos un gran desafío hoy en día: hacer investigación con sentido de realidad, para que se genere una mayor sinergia entre la academia y el liderazgo escolar”

Fue mientras estudiaba pedagogía en Lenguaje cuando Armando tomó una decisión que cambiaría por completo su vida: la docencia universitaria y la investigación en liderazgo y colaboración escolar se convertirían en el motor principal de su carrera. 

Su experiencia y amplio conocimiento le ha permitido seguir ejerciendo la docencia pero hoy desde la formación de líderes educativos en el Centro de Innovación en Liderazgo Educativo –CILED– y como investigador en la Facultad de Educación de la Universidad del Desarrollo: “Siento que existe un déficit en la formación pedagógica respecto a las políticas públicas en educación”, señala

Con cinco proyectos de investigaciones -entre ellos dos Fondecyt-, Armando se encuentra trabajando en dos nuevos estudios sobre la importancia del liderazgo directivo para el desarrollo docente y del liderazgo sistémico; con el anhelo de hacer recomendaciones a la política pública y contribuir al desarrollo de capacidades de liderazgo en el sistema escolar.

  • ¿Qué proyectos de investigación estás desarrollando?

Una de las investigaciones que estoy desarrollando es en el contexto del doctorado de Ciencias de la Educación en la Universidad de Granada que estoy cursando, la cual trata sobre liderazgo en red y liderazgo sistémico en los establecimientos.

  • ¿En qué consiste esta investigación?

Tenemos evidencia de que los establecimientos que trabajan en red logran mejores aprendizajes que aquellos que no y, sobre esa base, mi hipótesis de investigación es que los establecimientos escolares que trabajan colaborativamente de manera interna, en sus propios contextos, son más dados a trabajar en red con otros establecimientos.

  • Si tu hipótesis es demostrada ¿qué anhelas hacer con ella?

Si se logra demostrar, mi idea es que después exista una recomendación a la política pública, para que se generen mecanismos que busquen que las escuelas trabajen en red y que al interior de sus contextos se focalicen en eso.

  • ¿Cómo crees que eso se puede propiciar?

Eso se puede lograr mediante dos caminos a mi entender: desarrollando capacidades en los líderes intermedios para que éstos puedan fomentar el trabajo en red y, por otra parte, generando instancias de trabajo colaborativo con foco explícito en los aprendizajes.

  • ¿Cuántas investigaciones has desarrollado hasta ahora?

En los últimos años he estado involucrado en cinco investigaciones, todas en el área de lo que es liderazgo escolar. Dos de ellas me las adjudiqué acá en el CILED. Además, entre 2020 y 2022 participé en un Fondecyt que era sobre liderazgo directivo en liceos técnico profesionales (TP), como investigador asistente.

  • ¿En qué consiste la investigación que estás llevando a cabo en el CILED?

Estamos haciendo un estudio que habla de la relación entre liderazgo directivo y desarrollo docente en liceos TP del país. En el fondo, la evidencia señala que hay dos factores que hacen la diferencia en la mejora del aprendizaje: Uno es ,obviamente, el factor docente y otro es el liderazgo escolar. Entonces, si queremos enfatizar o reconocer de qué manera se puede lograr la mejora de los aprendizajes sostenidamente,  es en la relación de estos dos componentes. Este estudio lo hemos presentado en diferentes jornadas y hemos recibido muy buen feedback de distintos especialistas.

  • A lo largo de tu carrera, ¿cuáles han sido tus principales aprendizajes?

Mi principal aprendizaje es que es necesario hacer investigación con sentido de realidad y eso implica que se debería hacer investigación no solo en la academia, sino que también en las escuelas. Es necesario fortalecer el vínculo entre escuela y universidad respecto a la investigación que se hace. Eso creo yo que haría la diferencia.

  • ¿Cuáles son tus proyecciones?

Mi aspiración es seguir haciendo investigación que impacte a los líderes. Siento que en mi rol de docente y asesor ya estoy validado por los directivos: tengo una red muy grande de directivos que me escriben, que estamos conversando y creo que mi desafío principal es posicionarme como investigador, lo que implica mucha dedicación. Después, una ambición que tengo, pero esto para cinco años o más, es ser el investigador responsable de un Fondecyt.

  • ¿Cómo valoras el liderazgo en las escuelas de Chile y cuáles crees que son desafíos? 

Falta que los equipos estén más actualizados respecto a la formación en políticas públicas en educación, hay muchos que no tienen noción sobre estos temas. Creo que hay una brecha muy grande entre la investigación y las necesidades reales de las escuelas, de los líderes escolares. Sin duda un gran desafío que tenemos hoy es hacer investigación con sentido de realidad.

Pablo Kusnir: “En el extranjero, el rol de los gremios en educación es mucho más profundo que en Chile”

El ex jefe de gabinete de la Agencia por la Calidad de la Educación, hoy Gerente de Educación para la Corporación SOFOFA, nos recibe desde su oficina en el centro de Santiago para hablar del rol que desempeñan en la búsqueda constante de mejoras en la formación escolar Técnico Profesional (TP).

El proyecto liderado por Pablo en SOFOFA se enmarca en potenciar alianzas público-privadas con el fin de aumentar la capacidad de su modelo Dual (formación que realiza su proceso de enseñanza-aprendizaje en dos lugares distintos: el establecimiento escolar y empresas). Así, con los mismos fondos que entrega el estado para administrar colegios, han logrado implementar un modelo de excelencia que ha permitido, entre otras cosas, que sus estudiantes tengan la posibilidad de trabajar en Alemania. 

A casi 20 años de haber empezado un largo recorrido en educación -desde voluntariados de refuerzo escolar hasta ser profesor de Duoc UC aún como estudiante-, Pablo cuenta su rol en la Corporación SOFOFA y cómo esta ha impactado en la búsqueda de mejoras significativas en la formación de estudiantes de establecimientos técnico profesionales. Hoy buscan articular el primer centro de excelencia TP. 

  • ¿De dónde nace la iniciativa de la SOFOFA de administrar colegios?

SOFOFA nace como gremio empresarial, hace más de 100 años. A mediados del siglo XX empieza su rol formativo, principalmente con talleres de oficio. En la década del 80, cuando se lleva a cabo la municipalización, se crea el sistema de administración delegada. Actualmente en Chile existen solo 70 liceos que pertenecen a esa modalidad y de los cuales SOFOFA administra cinco. La hipótesis de esto, es que la cercanía de los gremios empresariales con la educación TP podría traer sinergias positivas para los jóvenes en términos de continuidad de estudio o de inserción en el mercado laboral.

  • ¿Han visto cambios en las expectativas de los y las estudiantes?

Muchas. Antes, la mayoría de los egresados tenían las pretensiones de insertarse a trabajar en algo afín a lo que estudiaron. Hoy la mayor cantidad quiere hacer una prosecución de estudios. Por lo tanto, empezamos a cuestionar si en realidad valía la pena esta modalidad de estudios o lo convertíamos en humanista-científico. Llegamos a la convicción de que la educación TP es una forma de aprender distinta que puede llevar al mismo lugar de término, pero aprendiendo-haciendo a través de la alternancia o del sistema de formación dual.

  • ¿Qué sentido tiene para ustedes la educación TP?

Para nosotros un técnico es un piloto de avión, una persona que no necesitó ir a la universidad, que hace un curso específico para operar una maquinaria altamente sofisticada y en la cual nosotros depositamos nuestras vidas. 

Ese mantra lo estamos desarrollando, lo decimos en todos lados y a todos les hace sentido. Hace unos ocho años atrás, pensamos en cómo reposicionar la educación técnica desde el rol empresarial. Desde SOFOFA empezamos a buscar literatura de cómo se hace en países desarrollados y llegamos a la conclusión de que los liceos tienen que verse como industria.

  • ¿Y que conlleva que simulen ser industrias?

Que se replique un poco la vida real. Los jóvenes cuando están en un liceo y no tienen, por ejemplo, el sistema de formación dual o de alternancia, están en una burbuja que es bien irreal en términos de sus competencias necesarias para la vida y para el mundo laboral. Entonces que se vean como industria significa que aquí hay ciertos indicadores que hay que cumplir.

  • ¿Cómo evalúan esos indicadores?

Contamos con una ISO, un sistema de estandarización de competencias y de mejora continua. Su implementación te fuerza a conversar con todos los estamentos y determinar lo que ofrecemos a los jóvenes. Te obliga también a tener procesos y procedimientos establecidos, mostrarlos a la comunidad educativa y revisarlos permanentemente. Esta exige, por otro lado, un sistema de auditoría interna y de tratamiento de no conformidades. La implementación de esta ISO cambió radicalmente la cultura del liceo.

  • ¿Cuál fue el impacto de estas mejoras?

Un ejemplo concreto es que antes no había un canal expedito de respuesta de requerimientos. Ahora, la ISO te obliga a  disponer de un libro que pueden ocupar las empresas, los apoderados, profesores, sindicatos y estudiantes, donde además existe la obligación de responder en cinco días hábiles. 

Esto hace que se torne mucho más expedita la comunicación entre las comunidades. Después nos llega a nosotros en la corporación, por lo que tenemos un termómetro para ver cómo están las cosas. Nos bajaron enormemente la cantidad de denuncias a la Superintendencia. Además, nos permitió certificar y enviar a trabajar estudiantes a Alemania.

  • ¿Cómo es el programa en el que envían estudiantes a Alemania?

Creamos un programa donde invitamos a jóvenes de nuestros liceos a trabajar en Alemania. Pensamos que, si lograban insertarse allá, con sus títulos convalidados, -algo que provoca la ISO- sería un ejemplo concreto del poder de la educación técnico profesional.  Hemos demostrado que, con la misma plata del Ministerio, se pueden formar técnicos que pueden desempeñarse en Europa. 

  • ¿Cuál consideras que es el impacto que genera la labor que realizan?

Cuando los proyectos educativos de los liceos son significativos, cuando toda la comunidad educativa se vuelca a cumplir un propósito, esto funciona. Tenemos que desafiarnos, ordenarnos, entender que podemos hacer las cosas mejor con pequeños cambios. Internamente podemos hacer pequeños cambios que mejoren nuestra convivencia escolar, nuestros procesos y, por ende, los resultados. El llamado es ese, a creerse el cuento que en la educación TP somos pilotos de avión, no somos maestros chasquilla.

  • ¿Cómo funciona su plan de asesorías?

Nos conformamos como un Asistente Técnico en Educación -ATE-. Empezamos a asesorar liceos y nos propusimos comenzar con cien. No queremos meternos en la administración, solo acompañar y que ellos vean nuestro modelo, que puedan tomar algunas piezas que les hagan sentido del modelo e implementarlo.

  • ¿Cuántos establecimientos asesoran hoy?

Ahora estamos asesorando cerca de 300 liceos y esperamos crecer. Creo que ese es el rol que tenemos como SOFOFA, tenemos que poner a disposición lo que hemos aprendido. Nuestros colegios son propiedad del Estado. Todo lo que hacemos con los fondos del Mineduc es público y debemos ponerlo a disposición de otros.

  • ¿Cómo se proyectan a futuro?

Nos estamos embarcando en la idea de crear el primer centro de excelencia operacional. Cuando visitamos otros países, vemos que el rol de los gremios empresariales es mucho más profundo de lo que hay en Chile. Si bien allá también hay administración de instituciones de educación, siempre viene adjunto un centro de excelencia operacional relativo al ámbito. 

Carlos Mondaca: Un investigador fuera de lo común

‘’La verdad es que mi carrera ha sido bastante atípica’’, comenta Carlos Mondaca, profesor de orígen atacameño, quien a sus 54 años cuenta con una vasta experiencia en rubros que, si bien no son muy similares entre ellos, para él han sido un aporte para llegar a donde está hoy. 

Asegura que no cambiaría nada, que lo vivido le sirvió para madurar y que sus pasos por la pesca, arqueología, la gestión, educación e investigación, lo han llevado a ser hoy el Decano de la Facultad de Educación y Humanidades de la Universidad de Tarapacá (UTA), quienes mantienen una alianza con el Centro de Innovación en Liderazgo Educativo –CILED-, donde se desempeña como jefe de formación de la macrozona norte y con quienes ha potenciado su línea de investigación en educación: la interculturalidad.

  • Un camino hacia la investigación

Corría el año 1985, un joven Carlos de 17 años recién egresado de cuarto medio jamás imaginaría lo que su carrera le deparaba a futuro. Producto de una compleja situación económica, comenzó trabajando en Ariztía  -cecinas y lácteos-, luego un breve paso por la construcción, para terminar tres años embarcado realizando labores de pesca. Luego de 9 años de trabajo, -con casi 25 años- dió la prueba de ingreso a la universidad para comenzar con sus estudios de pedagogía en historia y geografía. 

No entré a estudiar hasta 9 años después de la enseñanza media porque provenía de una familia humilde (…) y las condiciones políticas de entonces hicieron muy difícil continuar estudiando. Gracias al esfuerzo de mi mamá, más lo que yo podía aportar, comencé a forjar poco a poco un futuro profesional”.

El primer acercamiento de Carlos a la investigación fue como ayudante de un profesor en el Museo Arqueológico de la UTA donde comenzó ordenando libros. Su compromiso e interés mostrado le sirvieron para ir ganando protagonismo dentro del museo. Comenzó a asistir a trabajos de arqueología en terreno y, con el paso del tiempo, participó en diversas investigaciones como co-investigador que le permitieron ganar experiencia y reconocimientos a una muy temprana etapa de su trayectoria profesional. 

Durante su formación universitaria tuvo una activa participación en la política estudiantil, primero como presidente del Centro de Alumnos de Pedagogía en Historia y para luego estar a cargo de la Federación de Estudiantes de la UTA. Luego de dejar su puesto como dirigente, junto a un grupo de estudiantes crearon el Taller de Investigación Cultural (TINCU) donde desarrollaron diversas publicaciones ligadas a la investigación, pero con una mirada estudiantil.

La presentación de su tesis universitaria le hizo darse cuenta que su camino estaba en la educación y no en otras áreas del saber. Esta se enfocó en la geografía cultural y el arte rupestre en la enseñanza del patrimonio en educación, dando inicio a una exitosa carrera dedicada a la investigación en estudios de la educación en contextos de interculturalidad bilingüe en el norte de Chile.

Ya con su título de pedagogía y con participación en diversas investigaciones, comenzó su práctica en el mismo colegio que salió de cuarto medio para luego trabajar en la educación privada, particular-subvencionada y posteriormente en la universitaria.

Con su trayectoria parecía que el camino hacia el éxito se iba allanando de manera rápida, pero el hambre de conocimiento lo ha llevado a realizar grandes sacrificios para conseguir sus metas. Mientras se desempeñaba como consultor del Banco Interamericano de Desarrollo en la Conadi de Calama, viajaba todos los fines de semana a Arica para terminar su magíster en educación intercultural. Esto, sumado a sus publicaciones en revistas y reconocimientos le sirvieron para postular a una beca entregada por la Fundación Ford, obteniendo el financiamiento necesario para cursar un doctorado en historia en la Universidad de Chile, desplazándose por primera vez a la capital.

‘’Que un provinciano de frontera llegará a vivir a Santiago, fue algo nuevo para mí”.

Sus buenos resultados en el doctorado le abrieron un sinnúmero de posibilidades: viajó a Arkansas-Estados Unidos, a Berlín-Alemania y generó vínculos internacionales con reconocidas figuras en el mundo de la investigación. Una vez de vuelta en Chile se le abrieron innumerables oportunidades, pero un llamado a concurso para el Departamento de Educación de la Universidad de Tarapacá lo hizo quedarse en ella, impartiendo desde entonces docencia y desarrollando investigación. De ahí en adelante, fue aprendiendo y ocupando distintos puestos directivos, como director de docencia, asesor de gabinete, director de investigación y postgrado.

Ya a trece años de su retorno como profesional a la universidad que lo formó y hoy como decano de la Facultad de Educación de la UTA cuenta que ‘si bien todo lo vivido ha tenido un alto costo académico y familiar […] no cambiaría nada’’.

  • La interculturalidad, su línea de investigación

Apasionado por la interculturalidad como tema de investigación, Carlos observó que no existían estudios en torno a las migraciones y la educación en la frontera norte de Chile -abordadas desde el punto de vista educativo-. Para el año 2012 el grupo de migrantes peruanos era el más masivo en dicho territorio, lo que despertó el interés de Carlos y se hizo a sí mismo una simple pregunta que dio un vuelco en sus investigaciones y lo posicionó como un precursor en una materia muy poco estudiada en Chile: “¿Qué pasa con los peruanos que asisten a clases en la frontera norte de Chile?”.

Esta primera pregunta desencadenó una serie de interrogantes adicionales que le han permitido aportar al conocimiento de educación y migración, expandiéndose a otros ámbitos como la formación inicial docente, la inclusión cultural, educación superior y ahora, más recientemente, la educación media técnico profesional -EMTP-. En cifras, como investigador responsable se ha adjudicado cuatro Fondecyt Regulares y como Coinvestigador en cinco oportunidades, además de ser Investigador Patrocinante en un Fondecyt de Postdoctorado. Así, ha logrado convertirse en un referente en esta área del conocimiento, aportando con su experiencia tanto en investigación como en docencia universitaria.

‘’Siempre se escribe sobre el norte desde el centro’’.

El Decano de la Facultad de Educación y Humanidades de la UTA considera que la investigación tiene un rol esencial para generar un piso histórico y cultural en la zona. Así, focalizar en el territorio que conoce y habita le ha permitido profundizar en la diversidad cultural de nuestro país e identificar que muchos de los problemas que afectan a la interculturalidad en la educación provienen de la escasa preparación de los docentes para abordar estos desafíos. Por tanto, lo generado a lo largo de los años en sus investigaciones ha permitido ser un aporte a la política a la hora de superar las barreras históricas que subyacen.

¿Qué investigaciones estará desarrollando a futuro? Un espacio no explorado en Chile –y de menor intensidad en la frontera norte– es la Enseñanza Media Técnico-Profesional, que ofrece un espacio de desarrollo, en donde la evidencia a nivel nacional e internacional reconoce sus bondades para la inserción laboral y social de sus egresados. Para esto, se une en alianza con el Centro de Innovación en Liderazgo Educativo –CILED-, desde las líneas de formación y de investigación para la política pública, adjudicándose en conjunto el Proyecto de FONDECYT Regular “Prácticas de inclusión de la diversidad cultural en la educación media técnica profesional en la frontera norte de Chile”, a desarrollar entre los años 2022 al 2024. Este trabajo colaborativo abre importantes espacios de aporte a la comunidad de la frontera norte y fortalece la relación entre dos grandes Universidades de nuestro país.  

‘’Es importante investigar lo que te gusta, porque finalmente lo haces con agrado’’.