Luis, el director de trayectoria rural

Durante 20 años Luis Guerrero trabajó como docente y director en sectores rurales de la Región de Coquimbo -Tahuinco, Panguesillo y Cunlagua algunos de ellos-. Apasionado por entregar oportunidades de desarrollo al estudiante rural y convencido de la importancia del trabajo con la comunidad, la vida profesional de Luis estuvo cargada de cambios: vivió en 7 lugares, donde en algunos casos el número de habitantes no superaba las mil personas. En ocasiones vivió en pensiones y lejos de su familia, sacrificios que le permitían la dedicación plena de su profesión. 

Tras su experiencia en los establecimientos escolares más pequeños y distantes de Chile, Luis asegura que el estudiante rural ha estado ‘en el olvido’ de los distintos gobiernos y que no existen planes que velen por el desarrollo y bienestar de la educación rural, que acoge a los estudiantes con mayores necesidades del sistema escolar. 

Insaciable en su vocación de educador, trabajó durante tres años alrededor de 60 horas semanales para hacer clases vespertinas a adultos. Su vocación también traspasó las fronteras de los colegios y su participación en actividades municipales o juntas de vecinos eran ya parte de su labor.   

Intervención comunitaria

Luis Guerrero en su etapa escolar vivió de cerca las adversidades de los estudiantes rurales: vivía junto a su familia en la población Tierras Blancas de Coquimbo que no contaba con establecimientos escolares cercanos y recuerda los largos trayectos que hacía en compañía de sus hermanos, caminando o, si tenían suerte, en bus.

Titulado como profesor general de enseñanza básica en la hoy llamada Universidad de La Serena, su primera experiencia laboral fue a sus 23 años como docente en el poblado de Tahuinco -comuna de Salamanca-, y fue también la primera vez que salió de su ciudad natal. Durante los tres años que trabajó en lo que históricamente fue una estación de ferrocarril, Luis se convirtió en la mano derecha del director y comenzó un largo camino ligado a intervenciones con la comunidad y a actividades fuera de las salas de clases con sus alumnos, como la creación del grupo juvenil artístico de Tahuinco dedicado a la creación de intervenciones de arte y música. 

Las capacidades de liderazgo demostradas en Tahuinco le valieron para que, con solo tres años de trayectoria, fuera contactado por el alcalde de Salamanca para asumir el cargo de director en la escuela básica Panguesillo. Así, encantado de asumir ese desafío, durante siete años lideró el proyecto educativo donde, junto a su equipo, crearon los cursos de 7º básico a 4º medio, así como su área técnico profesional. La gran necesidad de que existiera esta oferta de formación en la comunidad abrió la posibilidad a que adultos exalumnos pudieran también terminar el colegio y salir con títulos de técnico de nivel medio. 

En Cunlagua Luis dice haber desarrollado uno de los proyectos más emblemáticos de su trayectoria profesional. Este poblado no contaba con tendido eléctrico, servicios de salud ni agua potable. Luis, entendiendo que esas necesidades no eran ajenas a su labor,  durante los cuatro años que lideró este proyecto educativo, crearon diferentes comités integrados por estudiantes de las áreas técnico profesional correspondientes y apoderados, logrando que, al cabo de unos meses, toda la comunidad pudiera acceder a estos servicios básicos. 

Cuando sus hijas crecieron, Luis junto a su familia decidieron moverse a la ciudad, La Serena, y fue en el Liceo Ignacio Carrera Pinto donde realizó su primera intervención en educación urbana. Este establecimiento escolar, influido por su alta vulnerabilidad, venía antecedido de grandes problemas de deserción, siendo los embarazos adolescentes una de las mayores problemáticas.

Sin sustento económico para resolver el problema de deserción en las estudiantes mujeres y madres, Luis nuevamente recurrió al trabajo en comunidad. Así, a través de rifas y recaudación en eventos, lograron abrir una sala cuna para que las estudiantes pudieran dejar a sus hijos mientras estudiaban. Con iniciativas como estas, de a poco el establecimiento se adaptó a las necesidades reales de sus estudiantes y las cifras de matrícula y deserción comenzaron a ser alentadoras para esta comunidad escolar. 

La única vez que Luis se desempeñó fuera de un establecimiento escolar fue como  jefe del Departamento de Administración de Educación Municipal (DAEM), lo que le permitió iniciar un proyecto que ni él sabía que lideraría a futuro. En su cargo, postuló al Instituto de Administración y Comercio Estado de Israel para que fuera considerado Liceo Bicentenario. Con el tiempo, tomó la dirección del establecimiento y fue de su mano que consiguieron el reconocimiento que tanto buscaban.

Exigencia y altas expectativas

El Liceo Estado de Israel ha visto como desde la llegada de Luis a la dirección, se han involucrado en una dinámica de mejora continua. “Exigencia y altas expectativas” es como describen sus colegas la metodología del director. 

El desafío actual de esta comunidad educativa es convertirse en un referente a nivel nacional en educación técnico profesional. Así, han implementado nuevas prácticas en beneficio directo de fomentar trayectorias educativo laborales en sus estudiantes: implementación de nuevas tecnologías, la apertura de una escuela de negocios y laboratorios de alto estándar. 

Desde el año pasado, la articulación del establecimiento escolar con diversas instituciones de educación superior han acompañado y dotado de información a los estudiantes de los diferentes caminos y oportunidades que pueden elegir una vez egresados. Hoy, casi un 90% de los estudiantes ingresa a la educación superior y la cifra de deserción escolar es del 1% -en comparación con la realidad nacional-.

La experiencia de Luis lo ha convencido de que el trabajo colaborativo entre equipo directivo, docentes, apoderados y estudiantes es la clave para lograr avances significativos. Así, ante cualquier alarma, esta comunidad educativa se moviliza en pos de entregar las mejores oportunidades a sus estudiantes. 

Víctor: el director visionario

El Liceo Bicentenario de Excelencia Polivalente San Nicolás fue catalogado como el mejor Liceo Bicentenario de Chile, en el año 2018. Durante el 2019 -previo a la pandemia- más de 150 establecimientos educacionales fueron a visitar este proyecto educativo que estaba logrando excelentes resultados en evaluaciones estandarizadas (SIMCE y PSU) a nivel comunal, regional y nacional. De hecho, el impacto de su enseñanza también se vio reflejado en la encuesta Casen por generar empleabilidad y mayores ingresos a los habitantes de la comuna. El camino para lograr esta ‘joya’ en educación ha sido acompañado por Víctor Manuel Reyes, actual director y docente de Biología y Química que, inspirado por modelos educativos del extranjero, se presentó al Departamento de Educación Municipal (DAEM) de San Nicolás, e incluso en el Ministerio de Educación, con una propuesta de cambio.

El oriundo de Coihueco

Victor Reyes estudió en una escuela rural ubicada en el sector de Roblería, comuna de Coihueco, Ñuble. Cuando su familia decidió matricularlo en un colegio más grande de la ciudad de Chillán, fue víctima de bullying por la manera en que pronunciaba las palabras, por su origen y el vacío que tenía en algunas materias. Esta experiencia lo marcó profundamente y le sembró una inquietud que mantiene hasta el día de hoy: ¿Por qué la gente con menos recursos no puede acceder a las mismas oportunidades de formación

El profesor de Biología y Química empezó su carrera profesional a principios de los 90 como docente, tanto en colegios rurales como en particulares subvencionados. Cada uno con necesidades muy diferentes pero, sin embargo, al alero del mismo currículo. Ahí despertó su segunda gran inquietud: la descontextualización del sistema escolar con la educación rural. “Si yo veo que le sirve a los estudiantes, lo tomo. Si veo que es una utopía, le voy dando un sentido diferente”, dice Víctor sobre su metodología de enseñanza.

Víctor -a la derecha- en provincial de cueca, junto a estudiantes del Liceo San Nicolás, 2019.

Como docente, como miembro de la Dirección Municipal de Educación o como director, Víctor siempre mantiene la calma y piensa antes de hablar. Asegura que esta habilidad lo ha mantenido sano y atento a las necesidades de las comunidades educativas, en especial de los estudiantes: “Yo siempre digo que los que más saben son los niños(as)… Muchos de los cambios que hemos realizado son por las conversaciones que hemos mantenido con ellos. Yo creo que, mientras uno siga a los estudiantes, no te vas a perder”, dice.

Este amante del método científico, usualmente se despierta en medio de la noche y le da vuelta a los desafíos que tiene por delante. Le gusta observar sistemáticamente, medir, experimentar, formular, analizar y modificar en el caso que sea necesario. Así, sin miedo al cambio, ha aplicado este método en los distintos desafíos laborales que se le han presentado

Una mirada hacia afuera

Luego de 9 años ejerciendo como docente y conociendo distintas realidades en el sistema educativo chileno, Víctor realizó una pasantía en el área de la didáctica de las ciencias en Barcelona, España, y quedó maravillado. Su experiencia en un colegio técnico profesional del viejo continente confirmó que los cambios se pueden hacer: una educación ajustada al contexto y al sistema productivo local, con grandes nexos con empresas, sistemas de articulación, dinamismo, excelentes instrumentos de medición para lo conceptual, rúbricas para lo procedimental y espacio para la valoración de lo actitudinal.

Así, aterrizó en Chile con una idea clara para el sistema educativo nacional y tocó la puerta del DAEM de San Nicolás e incluso del Ministerio de Educación para implementarla… Pero el cambio no se podía generar de un día para otro y, como docente, era una misión muy difícil de empujar.

El levantamiento del Bicentenario de San Nicolás

  • “El colegio cambia y el impacto que tiene en el contexto social del sector es impresionante”.

San Nicolás es una comuna ubicada en la Región de Ñuble, en la zona central de Chile -a 25 kilómetros de la ciudad de Chillán- y las principales actividades económicas de la zona son rurales: forestal y agrícola. El Liceo Bicentenario de Excelencia Polivalente San Nicolás es uno de los dos establecimientos educacionales del sector y actualmente cuenta con una matrícula de 2.505 estudiantes.

Sin embargo, en 2007 el colegio tenía 308 estudiantes y peligraba su cierre. Víctor en ese entonces trabajaba en el DAEM de San Nicolás y, en conversaciones con el alcalde, decidió liderar un plan para reformular el establecimiento y asumió como director interino mientras encontraban a alguien con un perfil ideal. “La pobreza era extrema… Yo sabía que, sin un cambio radical, el establecimiento iría directo al fracaso, al repetir prácticas que no tenían ningún asidero en el mundo técnico profesional (TP)”, dice.

Fueron años en que hicimos muchísimos planes propios, que aprendimos a sacudir todo: botar lo que no servía e incorporar lo que estaba ocurriendo en el sector productivo”, dice Víctor, quien desde ese año, al confirmar su idoneidad para el cargo, sigue liderando el establecimiento como director, luego de postular a través de la Alta Dirección Pública.

Discurso de Víctor en firma de convenio con el sector productivo.

De esta manera, convencieron a la empresa Masisa para formar técnicos en el área de la madera a través de responsabilidad social empresarial, formaron un Consejo Asesor Empresarial (CAE), generaron alternancias con Danone, empresa que recién había llegado al sector -y donde actualmente hay exalumnos en cargos de jefaturas-, entre muchas otras iniciativas que buscaban vincularse con el sector productivo y adecuar el currículo a las necesidades reales del sector. “Tanto fue el impacto que esto causó, que las cifras Casen en San Nicolás se revirtieron en 8 años, pues en todas las casas había un técnico que estaba trabajando y aportando a la familia”, cuenta el director.

Con estos cambios, de a poco, la gente empezó a encontrarle sentido a la educación TP como una herramienta muy poderosa para salir de la pobreza y después proyectarse y estudiar. Así, y con las Becas Nuevo Milenio que empezó a entregar el Mineduc para estudiar una carrera TP, los y las estudiantes empezaron a soñar con acceder a la educación superior: “Eso nos hizo nuevamente reformular la parte curricular y comenzamos a hacer nexos con la educación superior”, cuenta Víctor.

Víctor firmando un convenio en inauguración AIEP Chillán.

Hoy

  • “El día que empezamos a crear nuestros planes y programas en base a las necesidades de los estudiantes, comenzamos a crecer”.

Es impresionante ver cómo los estudiantes se han empoderado y el tema de sus especialidades les llega al corazón”, dice Víctor. El director soñó con lograr que la elección por optar por la educación científico humanista o técnico profesional sea una decisión del estudiante en base a sus gustos y sueños y cree que van en la dirección correcta. Lo emociona ver cómo estos van abriendo caminos libremente: “Un joven que salió de la especialidad Química Industrial, apasionado con su especialidad, entró a estudiar medicina en la Universidad de Talca”, dice, y casos como estos hay muchísimos.

Víctor y exalumna en Universidad del Biobío.

Hoy el Liceo Bicentenario de Excelencia San Nicolás es reconocido a nivel regional, nacional e internacional por sus excelentes resultados y su atractivo proyecto y sellos educativos centrados en el estudiante. Debido a esto, no logran abarcar al sinnúmero de postulantes que tienen, pero quieren expandir su visión y comparten todo tipo de experiencias, incluyendo sus programas. En 2019, por este logro en el San Nicolás, la intendencia de Ñuble le entregó a Víctor la primera medalla “Vicente Méndez”, otorgada a quien consideran ‘el ñublesino destacado del año’.

Víctor recibiendo el reconocimiento “Vicente Méndez” otorgado por el intendente de la región de Ñuble -2019-, Martín Arrau.

Este líder educativo es un convencido de que la sociedad es producto de la educación y que la educación TP es un refugio y una oportunidad para sus estudiantes: “Para ellos es un camino para emprender, independizarse y empezar a construir su futuro”, dice. Todo lo que soñó en implementar en Chile lo pudo hacer en este colegio de San Nicolás y la evidencia demuestra que esa visión y determinación ha logrado cambiar vidas y una sociedad entera.

Visión Estratégica en líderes educativos

En este video se comparten reflexiones e ideas clave sobre una capacidad fundamental en los líderes educativos: la visión estratégica.

Inclusión en líderes educativos

En este video se comparten reflexiones e ideas clave sobre una capacidad fundamental en los líderes educativos: la inclusión.

Innovación en líderes educativos

En este video se comparten reflexiones e ideas clave sobre una capacidad fundamental en los líderes educativos: la innovación.

Integridad en líderes educativos

En este video se comparten reflexiones e ideas clave sobre una capacidad fundamental en los líderes educativos: la integridad.

Resiliencia en líderes educativos

En este video se comparten reflexiones e ideas clave sobre una capacidad fundamental en los líderes educativos: la resiliencia.

Resolución de problemas en líderes educativos

En este video se comparten reflexiones e ideas clave sobre una capacidad fundamental en los líderes educativos: la resolución de problemas.

Trabajo en equipo en líderes educativos

En este video se comparten reflexiones e ideas clave sobre una capacidad fundamental en los líderes educativos: el trabajo en equipo.

Aprendizaje permanente en líderes educativos

En este video se comparten reflexiones e ideas clave sobre una capacidad fundamental en los líderes educativos: el aprendizaje permanente.