Silene: La directora feminista

Tras 30 años trabajando en colegios privados como docente, subdirectora y directora, y luego de 15 años dirigiendo el Instituto San Lorenzo ubicado en Rancagua, Silene Pozo decidió retirarse para ejercer sus siguientes 10 años de vida profesional como directora en el mundo público. Aunque sus colegas le advirtieron lo difícil que sería lograr el puesto a través de la Alta Dirección Pública -pues nunca había trabajado en un colegio público-, lo logró. 

Hoy, como directora del Liceo Polivalente de Requínoa y como parte de su rutina diaria,  Silene recibe todas las mañanas con un cordial saludo a sus estudiantes, con el fin de percibir sus estados de ánimo, transmitirles energía y ánimo para el día. La contención emocional es considerada esencial por esta líder de la comunidad, pues intenta que perciban al establecimiento como un espacio seguro y como una oportunidad de desarrollo.

Silene es licenciada en Historia y Geografía, becada por el Ministerio de Educación en un postítulo de Gestión y Liderazgo en Barcelona y magíster en Educación y Comunicación. Actualmente – a sus 60 años –  dice estar enfrentándose a su mayor desafío laboral, el cual comenzó en marzo con el retorno de los y las estudiantes a clases presenciales, después de dos años de pandemia. “Los niños están con un nivel de incertidumbre tan grande por todo lo vivido en el confinamiento”, dice, comprometiéndose a trabajar sin descanso para que los y las estudiantes vuelvan a sentir en el liceo ese espacio seguro que se merecen.

 Para Silene y el Liceo Polivalente de Requínoa las interrogantes y situaciones de siempre, deben tener respuestas distintas, por eso, hace dos años trabajan con Comunidad Mujer y el Instituto de la Mujer para garantizar equidad de género en la educación que imparten.

– Si tienes que mover un mueble de un extremo a otro, ¿a quién se lo pedirías en el aula?

– Si una estudiante está en su período menstrual y se acerca a tí porque tiene malestares, ¿qué le dirías?

Son preguntas que forman parte de las entrevistas que se realizan a posibles candidatos/as que se quieren incorporar al equipo del liceo, pues están enfocados en generar y mantener espacios para el aprendizaje con equidad de género, y, para esto, resulta indispensable que los docentes de su establecimiento incorporen en sus rutinas curriculares el concepto de equidad. Esto tiene especial relevancia en el mundo TP, donde existen especialidades que históricamente han sido clasificados como “rubros masculinizados”, por lo que, aquellas mujeres que ingresan a éstas, se enfrentan a diversas barreras a lo largo de su trayectoria.

Para Silene, ser un liceo promotor de equidad de género requiere trabajar en diversas aristas: desde lo curricular, como eliminar la narrativa tendenciosa ‘Walt Disney’; la gestión, donde la capacitación docente juega un papel central; y la comunicación, pues es importante que toda la comunidad educativa entienda la importancia y trascendencia que tiene un proyecto de esta envergadura. Una de las iniciativas en esta última línea en las que trabajó la directora junto a su equipo, fue la realización de un seminario comunal, en donde se propició un espacio educativo integral para promover valores transversales, donde los sesgos y estereotipos de género se extingan para lograr un cambio cultural que se proyecte en la comunidad. 

Historias como la de Jaritza emocionan a la directora. Ella es una joven ex alumna que, mientras estudiaba en el liceo soñaba con ser actriz, pero nunca pensó que sería una oportunidad real para ella. Silene la alentó por medio de un trabajo colaborativo y actualmente estudia artes escénicas en Antofagasta -a 1.400 km de su casa-, todo un orgullo para su familia, al ser la primera integrante en acceder a la educación superior. Ya desde el 2019 se ha invitado al liceo a las primeras estudiantes que ingresaron a la universidad, para hablarle a los y las estudiantes y promover en las “Jaritza” sin descubrir, que si quieres algo y trabajas para conseguirlo lo puedes lograr.

Todo el trabajo de promoción de equidad de género ha repercutido en lo más hondo de la cultura de este liceo y en especial de sus estudiantes mujeres. Cuando Silene llegó al establecimiento había un índice de 38% de embarazos adolescentes que ahora -con el apoyo del Cesfam y a través de la profundización de los conceptos de afectividad y sexualidad-  bajó a 0%. Además, en el 2021 lograron los mejores resultados PACE, la oportunidad que ofrece el Estado a estudiantes destacados en Educación Media, preparándonos para la Prueba de Selección Universitaria, apoyándolos en el proceso y asegurando su cupo en la educación superior universitaria. Así, a la fecha 29 mujeres accedieron a la enseñanza superior, un hito extraordinario para esta comunidad. 

Hace 4 años sucedió por primera vez que estudiantes egresados del Liceo Polivalente de Requínoa accedieron a la educación superior y la comunidad lo celebró como el punto de partida para las futuras generaciones. Silene, junto a su equipo,  se las han jugado por buscar mejores oportunidades para sus estudiantes logrando generar diversos convenios y alianzas estratégicas que han ayudado a que hoy, los y las estudiantes del establecimiento tengan más oportunidades y mayores expectativas de acceder a la educación superior por sus propios esfuerzos y preparación entregada por el liceo. 

“Mi energía se renueva cada vez cuando, durante el día, se me acerca un(a) niño(a) en busca de ayuda y puedo ayudarlo(a)”, dice emocionada narrando experiencias que atesora. Cree que el buen trato que tiene hacia ellos y hacia su equipo ha sido fundamental para lograr los objetivos que se propuso al enfrentarse a este desafío laboral: impactar positivamente en la vida de sus estudiantes.